Dios creó a las
mujeres con un propósito definido. Ella debe influir en una forma positiva,
alentar, producir y alimentar una atmosfera de santidad en su hogar, en su
lugar de trabajo y en su iglesia. El mundo necesita mujeres buenas, alegres,
realizadas, temerosas de Dios y que amen las Escrituras, que es la Palabra de
Dios, que sepan y comprendan que nacieron para complacer a otros, ayudar a
otros, ser ayudas idóneas; que cedan de manera gozosa su propia voluntad y
preferencias cuando sea necesario, y sepan lo que significa sacrificarse a
favor de otros, aunque esto sea a costa de su propia incomodidad.
En lo
profundo del corazón de cada buena mujer, hay un deseo sincero de ser lo mejor
posible. Una buena mujer desea ser fuerte, estable y de buen carácter. Ella
anhela ser una persona firme, poseyendo todas las cualidades de la mujer
virtuosa de Proverbios 31. Su meta es ser una esposa y madre maravillosa, y una
vecina y amiga fiel. Más que todo, hay un continuo clamor dentro de sí, de ser
un deleite para su Padre Celestial. Para toda mujer, este deseo es la clave
para alcanzar una gran victoria y paz.
¿Cuáles
son las cualidades de una mujer virtuosa?
Hoy estoy
presentándoles la importancia de ser una mujer completa. Ha sido un honor poder colocar este estudio en mi
pagina blog. Ya que para mi ser una mujer completa es de suma importancia y es
un reto sumamente grande.
Una mujer
completa es una buena mujer, es una mujer verdadera, es una mujer feliz y es
una mujer virtuosa, ES UNA MUJER QUE AMA A DIOS CON TODA SU MENTE Y CORAZON, lo cual estaremos viendo usando como base de texto Bíblico
de Proverbios 31.
Una
Buena Mujer es una Mujer Feliz
Para
alcanzar cualquier tipo de felicidad real y duradera, la mujer debe poner a
Dios en primer lugar. El Señor debe ser su primer amor; y ella debe
depender de él para todo. Su fe debe ser una
fe
activa que debe vivir diariamente, no sólo el domingo por la mañana. Su oración
diaria debe reflejar su total dependencia en Dios para cambiar su propio
corazón, el de su esposo, sus hijos y las circunstancias. Una mujer sabia
entiende que el amor humano nunca puede alcanzar la medida o tomar el
lugar de su primer amor, que es Cristo mismo. Ella también comprende que su
propio amor, aun en la cúspide, es inadecuado, a menos que ella esté extrayendo
su provisión de Aquél que es la esencia misma del amor. Esta mujer sabe, sin
duda alguna, que la verdadera felicidad puede fluir, únicamente, de su
profundo amor y dependencia de Dios.
La
Biblia tiene mucho que decir acerca de las cualidades y bondades que deben
entretejerse en el
corazón
de una mujer de Dios. Las mujeres de la Biblia no nacieron buenas; ellas fueron
transformadas en mujeres buenas, a través de pruebas largas y difíciles,
pero sólo, hasta que clamaron, se sometieron y permitieron a Dios obrar en lo
profundo de ellas. Así, también, debe ser con las mujeres hoy. No podemos
alcanzar las cualidades de una buena mujer por nuestro propio esfuerzo. Únicamente
las cualidades de Cristo obrando en nosotras puede llevarnos a esa bondad.
Una
Mujer Feliz es una Mujer Completa
Las
mujeres se desempeñan en diferentes áreas de su vida y lo hacen muy bien. Pero
al ir estudiando la Palabra de Dios, vemos surgir un patrón definido. Las
grandes mujeres de la Biblia (y también aquellas de menor posición)
frecuentemente tienen un papel secundario como esposa, madre o amas de casa.
También parecería, en la mayoría de los casos, que éste fuera su llamado
principal en la vida. Este es el lugar donde ella recibe mayor satisfacción,
porque es el lugar que Dios ha escogido para ella. Por eso, al estudiar las
mujeres de la Biblia, podemos aprender de ellas valiosas lecciones que nos
inspirarán, convencerán y desafiarán a ser mejores esposas, madres y amas de
casa, y si somos solteras, vivir para la Gloria de Dios trabajando
esforzadamente y sirviendo a los que nos rodean glorificando al Único Dios
verdadero.
Dios
creó a las mujeres con un propósito definido. Ella debe influir en una forma
positiva, alentar, producir y alimentar una atmósfera de santidad en su
hogar. El mundo necesita mujeres buenas, alegres y realizadas, que sepan y
comprendan que nacieron para complacer a otros; que cedan alegremente su propia
voluntad y preferencias cuando sea necesario, y sepan lo que significa
sacrificarse a favor de otros, aunque esto sea a costa de su propia incomodidad.
Una
Mujer Completa es una Mujer Virtuosa
La
verdadera realización viene al ser una mujer virtuosa como la de Proverbios 31.
Esta mujer está en lo óptimo. ¿Qué es una mujer virtuosa? La virtud es una
palabra hebrea que significa “fuerza, poder o firmeza”. Viene de la misma raíz
usada para el carácter de los buenos jueces. En el tiempo de los jueces, estos
hombres eran capaces y calificados para la profesión para la cual fueron
nominados.
Eran
hombres de verdad que temían al Señor (Exodo 38:21). Así también es la mujer
virtuosa. Es
una
mujer de espíritu, y su espíritu tiene dominio sobre su alma. Es piadosa,
trabajadora y teme al Señor. Es la ayuda idónea de su marido, es resuelta y
firme en los principios de justicia. Proverbios 31:10 hace la pregunta, “Mujer
virtuosa, ¿quién la hallará?” Esto nos sugiere que una
mujer
virtuosa es difícil de hallar, y que muchas que parecen serlo, en realidad no
lo son. Mientras menos frecuentes sean, más se les valorará. Proverbios 31 la
describe acertadamente, tiene un valor que “sobrepasa largamente el de las
piedras preciosas”. Ella es alabada por sus hijos que “se levantan y la
llaman bienaventurada”. Su preeminencia es evidente, porque también
Proverbios nos dice que entre otras mujeres “tú sobrepasas a todas”. Su secreto
para el éxito espiritual es que ella es una “mujer que teme a Jehová.” Este
es el principio de la sabiduría (Job 28:28).
1.
Primero, y ante todo, es una buena
mujer. Es moralmente pura. El temor al Señor complementa y corona su carácter.
Es una persona verdaderamente espiritual en todo lo que hace y es guiada y
gobernada por Dios y Sus principios. El temor de Dios reina en su corazón y se
ha convertido en la belleza de su alma. Es hábil en todo lo que hace y es una
trabajadora diligente -“con voluntad trabaja con sus manos.” Es prudente
“considera... y compra”. Ella se comporta rectamente - “fuerza y
honor son su vestidura”.
2.
Segundo, una buena mujer es una buena
esposa. Ella hace sus negocios para agradar a su marido. Aunque ella misma es
una mujer de espíritu, su deseo es hacia su esposo. Querrá conocer su mente para
acomodarse a él y hacerle feliz. Comprende el papel de su marido como la cabeza
del hogar y da la bienvenida a esta protección. Posee un espíritu tranquilo, y
su esposo está confiado en que ella hablará y actuará apropiadamente a favor de
todos sus asuntos. Ella es discreta en las conversaciones respecto a su esposo
para que él nunca sea dañado o censurado. Le demuestra continuamente su amor,
no sólo de una forma física, sino que, no contradiciendo su voluntad o
provocando su ira. Alienta constantemente a su esposo, no únicamente cuando
siente hacerlo. Con su alegría lo hace feliz a él. Procura ser todo lo que su
esposo necesita que sea. Busca el bien para su marido, “le da ella bien y no
mal todos los días de su vida”. Mantiene su confianza, “el corazón de su
marido está en ella confiado”, ella ayuda a su reputación —“su marido es
conocido en las puertas”.
3. Tercero,
ella es una buena madre. Le gusta su casa y siente satisfacción al servir en
cualquier forma que puede. Detesta la ociosidad. Es cuidadosa en llenar su
tiempo para que nada de él se pierda. Se dedica a hacer únicamente el trabajo
que es apropiado para ella, se somete a su marido y a aquello que él desea de
ella. Se afana en trabajar con sus manos para obtener lo mejor a los precios
más favorables, en la ropa y artículos del hogar. Más importante aún, ella hace
todo esto con alegría y un propósito. Nunca piensa que ser un ama de casa le
roba su libertad o individualidad. Ella sabe qué destreza suya traerá
recompensa a su familia. No interviene en los asuntos de otros porque sabe que
sólo tiene tiempo y energía para lo suyo. Viste a su familia apropiadamente “no
tiene temor de la nieve por su familia”, alimenta bien a su familia “se
levanta aun de noche y da comida a su familia”. Compra sensatamente “trae
su pan de lejos”. Sabe que su trabajo trae beneficio, “ve que van bien
sus negocios”. Nunca está ociosa, “considera los caminos de su casa”, ama
su casa y le da todo, “su lámpara no se apaga de noche”.
4. Cuarto,
la mujer virtuosa es una buena vecina, es discreta y atenta en todas las
conversaciones. Es dependiente, honesta y no habla de más. Cuando abre su boca,
ésta lena de sabiduría. Comprende la necesidad de un espíritu tranquilo, pero
también sabe que esto no siempre significa hablar en voz baja o en susurros. No
es una persona tímida, sino agresiva en el buen sentido. Por momentos, la mujer
virtuosa sabe que debe volverse osada como un león. Aun así, se conduce por las
reglas de la sabiduría. Aconseja bien a otros, no con la autoridad de un
dictador o como alguien que siempre está enseñando a otros, sino con el afecto
de una amiga. También es gobernada por la ley de la amabilidad que fluye
constantemente de su boca. La ley del amor está escrita en su corazón.
Su
sabiduría y amabilidad unidas, colocan una silenciosa autoridad en todo lo que
hace o dice. Es confiada, optimista y sus palabras demandan respeto, así como
obediencia, “cuán eficaces son las palabras rectas” (Job 6:25).
Una
mujer virtuosa es importante e invaluable para Dios. Es un raro tesoro. En
realidad Dios busca estas cualidades en la vida de todo Su pueblo. Cristo está
perfeccionando una novia para Sí mismo.
Que
Dios nos ayude a modelar nuestra vida a la manera de esta mujer que tipifica la
novia de Cristo.
Evelin Calcano Cepeda, M.Ed., Consejera Biblica y Gestora
Educativa
Nota
Importante:
La mayor parte de este material fue escrito por
Betsy Caram, algunos comentarios y arreglos son realizados por quien suscribe,
Evelin Calcaño Cepeda, desde Santo Domingo, Republica Dominicana
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