Hoy día estamos siendo
bombardeados por enseñanzas sicológicas y siquiátricas, y las famosas terapias
de coaching sobre las relaciones toxicas, a dejar de un lado todas aquellas
relaciones toxicas, familiares, grupos, trabajos en las que nos sentimos
cargados o que nos afectan directamente. De lo cual no comparto en su totalidad
porque van en contra de los principios y valores que dan permanencia,
consistencia, tolerancia, amor, perdón, el sobrellevar los fuertes a los
débiles, en mantenernos ayudando a otros y a no centrarnos en nosotros mismos
siendo egoístas. Y quiero resaltar que comparto criterios, enseñanzas y
principios de muchos Sicólogos y Siquiatras que son usados para ayudar clínicamente
y de manera emocional a muchas personas, aun a aquellas que solo necesitan
alguna orientación para ver la luz en el camino. Y en este punto quiero señalar
la importancia de Dios y la Palabra de Dios que son vitales en nuestro
proceder. Cuando permitimos que Dios obre en nuestras vidas, El se encarga de
ayudarnos a manifestar con Su Gracia y Amor lo mejor de nosotros y de El hacia
los demás.
Es muy fácil querer a los
que nos quieren, estar con personas atractivas, productivas, que aparentemente
no tienen problemas ni conflictos, no necesitan nada, que aparentemente no son
personas exitosas y tienen su vida resuelta. Todo eso es muy fácil y suena
lindo. Pero que es lo que está sucediendo con la falta de amor y tolerancia, la
falta de perdón y el que ayudemos a los más débiles. Nosotros estamos llamados
a promover la unidad, la unidad en nuestras familias, en nuestras relaciones,
en nuestro trabajo, en la iglesia, en nuestra comunidad, en nuestros grupos de
oración y estudio, en todos nuestros espacios donde nos movemos y nos
desarrollamos. No estamos llamados al individualismo, estamos llamados a
desarrollar relaciones afectivas saludables y esto se logra con la tolerancia,
el amor, el perdón, la paciencia y sobre todo la disposición.
Sí, es importante que
tengamos un equipo de apoyo, que tengamos un grupo pequeño de confianza para
relacionarnos y alimentarnos emocionalmente, espiritualmente y socialmente,
pero no aislarnos de nuestros seres queridos y de personas que necesitan de
nosotros. En este sentido podemos tomar todas las precauciones y Sí ayudar,
aportar, promover la unidad, estamos llamados a amar, a sobrellevar, a no
pensar solamente en nosotros mismos, en nuestras propias necesidades, debemos
pensar en las necesidades de los demás.
En todo proceso de
nuestra vida, podemos darnos tiempo, usar los límites, tomarnos unos días a
solas y de quietud, pero no deben ser prolongados, podemos darle tiempo a los
demás y aprovechar y reflexionar, pero debemos pensar que las personas más
difíciles para nosotros, también necesitan afecto, comprensión, un poco de
tiempo, cuidado, atención.
Tengamos cuidado de
tomarnos muy en serio la corriente actual de las relaciones toxicas, y buscar
para nosotros lo mejor, porque nos podemos convertir en personas egoístas. Y espero
que no malentiendan, traten de pensar en ustedes un momento, en sus fortalezas,
en sus debilidades, en cómo han logrado lo que han obtenido y lo maravilloso de
sentir un apoyo, comprensión acompañado de silencio y perdón. Este es un tema
amplio para desarrollar varios artículos.
La verdad, es que mi
oración es que todos podamos entender que nos necesitamos, Dios nos hizo en
comunidad, en familia, para ayudarnos, apoyarnos, sostenernos, bendecir,
colaborar, servir.
En uno de mis tiempos
devocionales me encantó estudiar y ver como Dios me ayudó a entender algo que
me había dispuesto a trabajar en este tiempo. Fortalecerme en el Señor, seguir
creciendo espiritualmente, centrarme en obedecer la Palabra de Dios, lograr y
trabajar en lograr y fortalecer la hermandad en mi familia y en la iglesia y en
mis relaciones, y servir a otros. Nuestro ABC en la vida debe estar acompañado
de esos cinco valores y principios.
Al llegar a cada grupo y
ser parte de el, debo preguntarme, voy a crecer aquí, puedo aportar y servir,
no me llevará a hacer algo en contra de la Palabra de Dios, voy y puedo lograr
hermandad. Si estos criterios son positivos y los puedo lograr, entonces puedo
permanecer y seguir adelante, recordando que debo procurar la unidad y no la
división.
Dios nos ayude a estar
enfocados en los principios y valores que no cambian a través de los años, las épocas, la modernidad ni por la maldad que cada día se acrecienta.
Reflexionemos y
dispongamos nuestro corazón. Pidamos sabiduría a Dios constantemente para seguir
la senda correcta. Dios nos bendiga y nos ayude a sembrar, a dejar un buen
legado de amor, perdón, unidad, reconciliación, tolerancia, paciencia, paz. Si,
mucha paz. de trabajo, esfuerzo, productividad y temor a Dios. Que mantengamos el respeto, respeto por la vida, respeto a la individualidad, respeto a la identidad de los demás.
Dios les bendiga ricamente y gracias a todos mis lectores.
Dios les bendiga ricamente y gracias a todos mis lectores.
Evelyn Calcaño Cepeda, M. Ed.
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